Experiencias en el pilar de un puente de una autopista italiana. «Il Pilone di Petriolo».
Un día de verano, yendo al río, pasé al lado de unos enormes pilares de un puente de la autopista que pasaba por allí. Curiosa me acerqué a uno que tenía una puerta abierta, probablemente para el mantenimiento. Entré, estaba oscuro, era pequeño, el diámetro del pilar, me imaginé que sería como un tubo de órgano gigante y no pude resistirme a la tentación de explorar ese instrumento de tal magnitud.
Fue una experiencia asombrosa. Los coches que pasaban por arriba hacían un eco ensordecedor, retumbando como truenos, parecían también bombas, me zambullí en esa oscuridad sonora y exploré mi voz con todos los sonidos más extraños que podía imaginarme, todo resonaba con un eco primordial, parecían los sonidos del universo, todos eran acogidos en una amalgama sin igual.
Tampoco más adelante pude resistirme a la tentación de llevar de vez en cuando a mis grupos a realizar una experiencia sonora en aquel lugar inhóspitamente mágico. Lo que allí aconteció no se puede explicar.
¡Ponte cómodo, cierra los ojos y escúchalo con auriculares!!