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Sobre los chakras

¿Quién no ha escuchado hoy en día hablar sobre los chakras? Es un concepto que está en nuestra cultura casi constantemente, pero no siempre conocemos su importancia y trascendencia en nuestra salud física, emocional y espiritual. Así que tomemos nota, porque poner atención en nuestros chakras puede reportarnos armonía y equilibrio en nuestra salud integral.

¿Qué son los chakras?

Los chakras son centros de energía sutil que se localizan a lo largo del cuerpo. El significado en sánscrito de esta palabra es “rueda”. Efectivamente, los chakras son vistos como ruedas de energía en movimiento. Tienen una forma cónica como un vórtice, y girarán hacia la derecha si las funciones que gobiernan están sanas. Y en sentido inverso en el caso contrario.

Los chakras son los agentes encargados de regular nuestro campo energético, siendo capaces, por tanto, de transformar la energía de nuestro cuerpo ya que representan la puerta de entrada para que esa energía llegue a nosotros. 

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De hecho, cada molinillo intercambia energía con el campo energético universal. Cuando los chakras están abiertos hay un intercambio de energía de dentro a fuera y viceversa si están cerrados. Sea por delante que por detrás.

Todo ello significa que, si no fluye este intercambio en nuestro sistema energético, esto irá en detrimento de nuestra salud, conduciéndonos progresivamente a la enfermedad.

Por tanto, los chakras y sus 7 elementos juegan un rol crucial sea en nuestra vida exterior que interior. Por un lado, interfieren en nuestro cuerpo y salud física. También contribuyen a nuestra salud y equilibrio psicológico. Y, por último, a nuestra vida interior y espiritual incrementando nuestra felicidad.

Funciones, ubicación y asociaciones de cada chakra

Cada chakra posee una función psicológica específica y está relacionado con una glándula endocrina, influenciando la zona del cuerpo físico en el que está localizado.

En la mayor parte de tradiciones esotéricas se habla de 7 chakras principales, localizados centralmente a lo largo de la parte anterior y posterior del cuerpo, exceptuando el primer y el séptimo chakra que se encuentran situados a lo largo del eje vertical.

El 1er chakra, llamado también “raíz” o “base”, está localizado en la base de la columna vertebral en la zona del perineo, se relaciona con las glándulas suprarrenales y está asociado a la supervivencia, la fuerza vital, la cantidad de energía física y el deseo de vivir en la realidad física y material. Se dice también que está relacionado con el centro de la tierra y los órganos interesados son el recto y la vejiga, importantes para las funciones eliminatorias del organismo.

El   chakra se llama también del “hueso sacro”, y se halla situado bajo el ombligo. Relacionado con las gónadas y por tanto con los órganos sexuales y las funciones reproductivas. Se asocia con el dar y recibir placer junto con la cantidad de energía sexual.

El 3°  chakra, llamado también del “plexo solar”, está ubicado en la base del esternón. Está asociado al páncreas y, por tanto, a las funciones digestivas (estómago, hígado, bazo).
Es el centro conectado con el poder personal y el dominio de sí. Puente entre el corazón y la sexualidad. Y también centro de la capacidad de conexión humana, de comprensión mental del mundo emocional.

El 4° chakra, del “corazón” está situado en la parte central del pecho y se relaciona con el timo y con los órganos del corazón y de la respiración. Es el chakra del amor y de la compasión hacia uno mismo y a los demás.

El 5° chakra, de la “garganta”, relacionado con la tiroides, se asocia con los órganos de la fonación y audición. Es el chakra de la comunicación y de la creatividad. Los alimentos y las cosas que nos ocurren lo atraviesan. Está en relación con el sentido de responsabilidad de nuestras propias necesidades, así como con la capacidad de recibir lo que nos llega de afuera, la espontaneidad y la capacidad de revelarse y manifestarse.

El 6° chakra, del “tercer ojo”, localizado en el entrecejo está relacionado con la glándula pituitaria. A él se corresponden la imaginación, las capacidades psíquicas, la búsqueda espiritual, la clarividencia, la intuición y la capacidad de llevar a la acción las ideas creativas.

El 7° chakra, de la “corona”, está ubicado en la coronilla y controlado por la glándula pineal. Es el centro de la Mente Superior, de la espiritualidad, de la iluminación, de la conexión profunda con el ser físico, emotivo, mental y espiritual. Revela un estado de transcendencia que va más allá del mundo físico.

¿Cómo se pueden trabajar los chakras?

Conseguir una vida plena y armónica no es fácil, ya que para ello todos los chakras tienen que estar en equilibrio.

Para equilibrarlos es necesario un trabajo de autoconocimiento y observación. El yoga, el masaje, la meditación, junto con el trabajo psicológico, la expresión corporal, o el trabajo con sonidos de los chakras y el canto libre como forma expresiva, son óptimas herramientas.

Otra forma de activar la energía de cada chakra es a través de sus colores asociados, sus perfumes o esencias, sus piedras o minerales, sus sonidos…

¿Cómo se relacionan los sonidos con los chakras?

Trabajar con sonidos y entonaciones aumenta la capacidad de tocar muchas de las energías sutiles de los chakras.

Se dice que cada chakra resuena con diferentes sonidos y frecuencias. De hecho, parece existir una relación directa entre cada chakra, la parte del cuerpo en el que se sitúa y las diversas frecuencias de los sonidos.

Igualmente existe también una relación bastante sólida entre el tono y el chakra. Así los chakras inferiores están influenciados por los sonidos más graves mientras que los chakras superiores por aquéllos más agudos.

Esto se da también respecto a las cavidades de nuestro cuerpo:

  • En este sentido el sonido más bajo que podamos realizar resuena en la parte más interna de nuestro tronco influyendo especialmente sobre los primeros chakras.
  • Los sonidos de altura media resonarán en la parte central del tronco y según la tonalidad pueden interactuar con los chakras del plexo solar, del corazón y de la garganta.
  • Los registros superiores, y particularmente el sonido más agudo que podamos realizar parecerán vibrar en los chakras de la cabeza y de la corona.

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